Agradecimientos a la editorial y al autor por el ejemplar.
Ediciones B ♣ 317 páginas
Tapa blanda con solapas ♣ 16’00 €.
Ciclo 15 del 7º mes del 374º año de Origen, intervalo de actuación de 09.00 a 14.00 horas, hoy tiene lugar el canje de galletas de la criba. Lara 2 023518 550197 acaba de recibir la autorización para convertirse en celebrante de la más esperada festividad, la que marcará su ingreso en la madurez. Desde siempre Lara ha vivido bajo los dictámenes de Origen y su existencia ha estado signada por el estigma de su madre, Norah, la suicida, una mujer que se atrevió con su decisión a contradecir lo establecido, a ir contra la norma. La entrada de Lara en esta nueva etapa podría poner fin a ese estigma. Lejos está Lara de pensar que el legado de Norah es otro muy distinto y que justo ahora, en este día, comenzará para ella una vida nueva, totalmente diferente de la que nadie nunca imaginó. ¿Tendrá Lara lo que se necesita para resolver el enigma de Norah y emprender con éxito la nueva existencia que se abre ante sus ojos?
Hay sinopsis que, con una simple frase, nos conquistan
y queremos leer el libro; otras que nos dejan dudas con las preguntas que se
nos plantean y, hay otros casos completamente diferentes: una sinopsis atrayente
que promete mucho del libro… pero, que finalmente, todo lo que creíamos que
íbamos a encontrar por la información que se nos aporta, no la encontramos por
ningún lugar, que es diferente, no es nada de lo que te esperabas.
Una historia original que se ha ido por las ramas y se ha quedado
confusa; una narración simple pero detallada con la que a veces he podido
imaginar perfectamente la escena; una numerosa cantidad de personajes que los
he encontrado algo planos, mal perfilados; un ritmo bastante pausado desde el
principio hasta el final; un romance diferente que podremos ver muy de pasada;
un ambiente difícil de imaginar pero no muy propio para algo futurista… esto es lo que podemos encontrar en El enigma de Norah conforme avanzamos la lectura.
El enigma de Norah nos plantea una distopía original, pero de la cual
esperaba algo más. La historia prometía una buena base, la cual no
me ha terminado de convencer tras acabarla porque el autor, cuando vamos
avanzando página tras página, podemos distinguir que se desvía del tema, que
cuenta cosas que no nos aportan mucha información y que, cuando menos lo
esperamos, encontramos una base distinta, inusual, con la cual podemos
sentirnos perdidos y puede no llegarnos a convencer, como es mi caso.
Ibán Roca nos sumerge en un ambiente distinto: de un escenario distópico
a uno algo fantástico, natural… Con sus detalladas
descripciones, en algunos momentos podremos imaginar cómo es el lugar en el que
nos encontramos a la perfección.
«En los últimos tres días me ha pasado tantas cosas como en todos mis años de vida en el Nudo y, en todo este tiempo, Cort no ha hecho nada por aliviar la tensión entre nosotros. No sé cómo no espera que le ayude con Amber si no pone algo de su parte. Mencionar a su madre no ha estado bien y necesito una disculpa a la altura, pero una disculpa no me servirá de nada sin una estrategia que me ayude a mantener la calma si volvemos a discutir».
En el inicio de la historia, con la aparición de cada personaje, no se
nos aporta demasiada información de ellos, por lo que nos pueden resultar
bastante planos y algo perfilados. En algunos momentos, no
sabía quién era quién, si uno de ellos era un chico o una chica, no me quedaba
demasiado claro porque, como bien he dicho, el autor nos da la información que él
cree necesaria. Por más que Ibán intentara que compaginara con los personajes,
no lo ha logrado en ningún momento: no he sentido nada por ellos, ningún
sentimiento se ha recreado en mí para alguno dirigirse a alguno de los
personajes de Luminantes.
Ibán Roca nos narra los acontecimientos de una forma peculiar: una
escritura simple pero, también, algo frágil, utilizando metáforas en momentos
indeterminados, describiendo cosas de una forma poética. Utilizando su vocabulario tan amplio y su gran imaginación, el autor
hará que en algunos momentos nos sumerjamos en la lectura a la perfección,
imaginando cosas sin ninguna dificultad.
«Es Adrián. Quiere que mire a mi izquierda. Estamos mucho más altos que en el mirador del campamento, la orientación es diferente y desde aquí arriba el Nudo se ve en toda su extensión. Nuestro hogar es una gigantesca y perfecta burbuja de lona gris levantada en el límite entre la tierra y otra inmensidad que se extiende hasta donde alcanza la vista. El agua azul, brillante bajo el disco dorado en lo alto del cielo, como en el sueño donde mi madre se despide del hombre que le regaló el colgante de la flor de Norah».
Aportándonos un prólogo algo interesante y, seguidamente, un capítulo
lleno de información sobre la sociedad con la que nos encontramos, el inicio de
Luminantes se nos hará algo denso. Conforme pasamos páginas, la historia va cobrando sentido y,
finalmente, nos logra atrapar por momentos debido a la acción, que va surgiendo
de una manera algo lenta, pero que se vuelve rápida… hasta que cambiamos de
escenario y el ritmo se volverá pausado, haciéndonos perdernos por momentos
entre sus páginas, confundiéndonos.
Siguiendo con un ritmo lento y con la dosis de acción que la historia
necesitaba desde un principio, el final se hará algo confuso, abriéndonos
nuevas incógnitas, siguiendo sin resolver algunas y, cerrando otras hasta en el
último capítulo. Con sorpresas inesperadas, El enigma de Norah nos dejará indiferentes tras cerrar el libro,
dejándonos con algunas ganas de continuar la historia por saber cómo se seguirá
desarrollando o, por el contrario, sin quererlas por el final tan extraño que
tiene, yéndose la historia mucho más por las ramas, intentando llegar a la copa
del árbol.
Una ambientación distópica en un principio, fantástica
conforme avanzamos la lectura que nos hará mantener un ritmo pausado debido a
la narrativa del autor tan simple, que utiliza demasiada narración. Con un
romance distinto a los que se pueden ver ahora y con unos personajes planos, El enigma de Norah no me ha logrado
atrapar del todo entre sus páginas.
Lo mejor: La narrativa del autor.
Lo peor: Los personajes.
“Ibán Roca crea un libro distópico que nos dejará confusos tras acabarlo”.