jueves, 30 de julio de 2015

El (sin)sentido del amor — Javier Ruescas.

Agradecimientos a la editorial por el ejemplar.
El (sin)sentido del amor ♦ Javier Ruescas.
Montena 224 páginas.
Tapa blanda con solapas 12’30.
 
                       
La fiesta que da inicio a las vacaciones parece sacada de una peli: una casa enorme y un montón de chicos bebiéndose el último verano antes de la universidad.      No es el ambiente de Lana, ella preferiría estar con la cabeza metida en sus ilustraciones. Pero Ciro, el blogger anónimo del momento y su mejor amigo, la ha arrastrado hasta allí porque dice que es donde está la emoción. Y no se equivoca: en esa fiesta Lana conoce a un chico con quien se siente inesperadamente cómoda; la anfitriona tiene una gran bronca de celos con su novio y Julia, la mejor amiga de Lana, no llega a encontrarles porque en el camino conoce a un perfecto desconocido y decide pasar la noche con él.      El problema es que esos tres chicos, el interesante, el infiel y el perfecto desconocido de Julia, son la misma persona: Jacobo Casanova.


«—¿Tú también lo habrías llamado Red en vez de Blue?
Di un respingo y me giré tan deprisa que el refresco estuvo a punto de caérseme encima.
—El fondo de pantalla de tu móvil —añadió el chico que acababa de aparecer detrás de mí—. Es de Kandinski.
—Ya lo sé —repliqué un poco a la defensiva, aún recuperándome del susto.
—Y lo tituló Blue.
—También lo sé.
—Y yo lo llamaría Red».

     En un principio, cuando Ciro, su mejor amigo, le invita a Lana a acudir a una fiesta, no tiene muchas ganas, no le interesa el plan… hasta que su amigo le obliga a acudir para acompañarlo; estando ahí, él se aleja para inspeccionar la estancia y apuntar ideas para nuevos capítulos de su historia, la cual sube a un blog ya bastante conocido. En la fiesta Lana conoce a un joven llamado Jacobo Casanova, el cual aparentemente parece simpático y agradable, hasta que, tras terminar de conversar con él, se da cuenta que le ha puesto los cuernos a su novia. No debería de preocuparse si no hubiera establecido esa conversación y su mejor amiga le hubiera dicho que la noche en la que se dirigía a la fiesta había conocido a un chico guapo y apasionado: Jac.

     Lo nuevo de Ruescas, El (sin)sentido del amor es una obra completamente diferente a todas aquellas que tiene en sus diversos géneros —realismo, con la trilogía Play; fantasía con la trilogía Las crónicas de Fortuna y el post-apocalípticos con la de Electro—: con tintes de amistad, romance, arte y problemas familiares, la sencillez de la novedad de Montena irá desapareciendo y mostrando una faceta más… ¿inesperada? ¿Real? Es difícil explicarlo puesto que el autor siempre guarda sorpresas para sí y no duda en sorprender cuando se requiere, dando así bruscos giros a la historia que puede parecer sencilla; además, con ella conocemos una historia de amor un tanto diferente y que se lee en un suspiro por su poca profundidad en la trama y en los personajes al resultar un libro único tan corto.

      Sí, yo también pensaba en un principio que sería un libro ñoño y pegajoso, con un romance infinito que no acabaría nunca, pero la idea que tenía es completamente diferente a la que me encontré: un libro autoconclusivo que apenas llega a las doscientas cincuenta páginas relata con sencillez la vida diaria de nuestra protagonista cuando el verano irrumpe y algunas cosas se tuercen. Como bien he dicho, la premisa en un momento resulta muy tópica y sencilla, creyendo que se va a desenvolver todo el libro de la misma manera que lo hace la sinopsis, pero no es así puesto que conforme avanza se entrevé una historia interesante y tierna, mezclada por varios temas de interés que dan buen resultado, y que, aunque no está realmente trabajada y muy pulida, da el resultado de una lectura sin más, agradable y ágil que muestra unos personajes especiales. El elenco es muy diferente entre sí y, quizás es por eso que resulta especial: se encuentra el chico que puede resultar malo y que acaba desenmascarado con otra versión completamente diferente de él, la joven torpe e insegura que no sabe qué pensar, el amigo especial que todo el mundo desea tener por su sabiduría y sus consejos e incluso hasta la chica loca y achuchable a la que se llama mejor amiga. Todos los componentes resultan poco profundizados y con datos nombrados al tuntún puesto que apenas pueden llegar a tener mucho desarrollo en la trama e importancia; aun así, obviando esto, son reales y, aunque no ocurra siempre, se puede llegar a sentir uno identificado con algún pensamiento de la protagonista o algún personaje por su función.


       No es que la onceava novela de Javier —si no me equivoco— sea la que más resalte respecto a contenido y a narrativa; aun habiendo leído únicamente un libro de él, encontrando una narrativa ágil, fresca, adictiva y fácil de seguir, sé que en El (sin)sentido del amor no logra poner a prueba todo aquello que sabe, puesto que se podría haber pulido algo más, desarrollando escenas, la vida de los protagonistas u otras cosas que resultaran interesantes y aportaran información extra para que no estuvieran tan desdibujados los susodichos. Además, aunque sí nombra datos de interés como el nombre del personaje, una leve descripción sobre el lugar o una ficha rápida de los personajes, la falta de narración se nota al haber una gran abundancia de diálogos que al resultar frescos y ágiles de leer no molestan, pero que sí podría haber obviado de algunos que fueran innecesarios, de relleno, para sumarle la profesionalidad que en otras historias logra aun siendo directo y no andarse con rodeos hablando de las emociones, la vida, los paisajes… Respecto a éstos últimos, en esta mininovela no se les da mucha importancia, únicamente aportando datos de interés para así no sentirnos perdidos; es inevitable, por cierto, obviar que me hubiera gustado más profundidad en ellos puesto que me han resultado atractivos e interesantes, aunque sean más bien algo normal y típico de una ciudad ficticia.

      Contando siempre con la misma edición que tiene Montena, esta obra muestra una portada preciosa, con una tipografía que encandila completamente, pero que no veo muy acorde a la historia, ya que eso es lo que incita a creer que estamos ante una historia de amor de las ya conocidas; en su interior tenemos la misma maquetación: solapas, inicios de capítulo en cursiva, letra legible con un número normal y con interlineado medio… En general, simple pero con una portada exquisita.

      Es cierto que he disfrutado la historia, he conocido a unos personajes que han logrado captar mi atención y he logrado imaginarme perfectamente la novela gracias a la prosa de Ruescas, no puedo evitar nombrar que hay cosas pequeñas que me han fallado, como los repentinos cambios bruscos de la protagonista, puesto que me dejaban descolocados y dejándome con un sabor agridulce en ella y la pequeña profundidad que tiene toda la trama, ya que podría haber tenido muchísimo más provecho y haber sido más innovadora, aparte de original. El giro de guion que toma hacia el final es una de mis cosas favoritas de este libro, y una de las más positivas, porque gracias a él la historia es completamente diferente y nada sencilla, sino que tiene sus razones y logra sorprender; aunque debido a cómo ha ido todo, es decir, encontrando momentos algo semejantes a romance, ideas descabelladas, páginas de relleno, momentos sorprendentes, creo que no logra brillar demasiado y podría habérsele sacado algo más de provecho, como añadir algunas páginas más; pero aun así he de recalcar que estoy satisfecho con el final que, aunque es algo evidente y previsible, logra sacar una sonrisa.

      El (sin)sentido del amor, la nueva novela del exitoso escritor madrileño Javier Ruescas, no se asemeja nada a ninguna de sus anteriores historias, ya que ésta se aleja de todas las ideas que ya ha plasmado: un argumento algo sencillo y tópico en un principio da paso a algo completamente diferente a lo que uno se espera, sorprendiendo y avanzando en la trama con unos personajes algo desdibujados y diferentes entre sí, plasmados por una narrativa interesante, ágil y fresca de la que se podría haber sacado mayor provecho en este libro y que no da mucha importancia a los escenarios, los cuales sí logran captar la atención. Un toque de romance diferente, menciones especiales a artistas que aportan al arte como un factor importante en la trama, una historia veraniega… lo nuevo del fundador de la web El templo de las mil puertas no tiene mucho desarrollo pero logra atrapar y sorprender, por lo que resulta una lectura que, aunque no es de las que marca, sí entretiene.


El (sin)sentido del amor muestra una gran moraleja cierta: las apariencias engañan; y Javier Ruescas lo desenvuelve poco a poco en uno de sus enigmáticos e interesantes personajes con esta nueva historia que resulta interesante. Tramas de amistad y familia que, aunque resultan algo de relleno y previsibles, se disfrutan; personajes que dan juego y sorprenden, una voz narradora especial… para combatir el calor del verano, una pizca de romance de este libro no viene mal”.

martes, 28 de julio de 2015

A ciegas — Josh Malerman.

Agradecimientos a la editorial por el ejemplar.
A ciegas ♦ Josh Malerman.
Minotauro 284 páginas.
Tapa dura con sobrecubierta 20’00.

                        

NO ABRAS LOS OJOS. Hay algo ahí fuera. Algo espantoso, que hace que la gente enloquezca y se suicide ante su sola visión. Nadie sabe qué es ni de dónde viene.

      Cinco años después de que diera comienzo la pesadilla, los pocos supervivientes que quedan viven refugiados en el interior de casas y edificios, protegidos por puertas cerradas y ventanas con las cortinas echadas.
      Malorie, que ha conseguido sobrevivir en una casa abandonada junto a sus dos hijos, decide abandonar la seguridad de su refugio para emprender un viaje por el río hacia un lugar mejor. En esta peligrosa odisea a ciegas, Malorie sólo podrá confiar en su instinto y en el entrenado oído de los niños, que no tardarán en descubrir que algo los sigue. Pero, ¿qué es? Inmersa en la oscuridad, rodeada de sonidos, familiares unos, estremecedores otros, Malorie se embarca en una tremenda odisea; un viaje que le llevará a un mundo sin visión y de vuelta a su pasado. En un mundo que ha enloquecido, ¿se puede confiar en alguien?


«Remar vendada es mucho más duro de lo que Malorie había imaginado. Más de una vez el bote ha golpeado la orilla, atascándose durante varios minutos. En esos instantes la asaltaban imágenes de manos invisibles que alcanzaban las vendas que cubrían los ojos de los niños. Dedos que asomaban del agua, del fango donde el agua se fundía con la tierra. Los niños no protestaban, no se quejaban. Son demasiado pacientes para ello.
Pero, ¿cuán lejos alcanza a oír una persona?».

     Algo acecha en el exterior en el mundo en el que habita Malorie… algo macabro que nadie sabe qué es realmente y que impulso a cometer un suicidio a través de la mirada; es por eso que, para sobrevivir y estar seguros, hay que ir con una venda, intuyendo el camino. Malorie lo hace con sus hijos durante un viaje en barca para llegar a su salvación, mientras recuerda poco a poco cómo fue su manera de sobrevivir, cómo logró, tras estar en un grupo de gente alojada en una casa, no volverse loca y suicidarse.

     El thriller no es un género que lea habitualmente, ya que o me terminan pareciendo repetitivas y que no me llevan a ningún lugar o que no disfruto con la lectura; pocos del género he leído, y no es uno ante el que tenga muchísimo interés y ganas de leer, pero sí puedo afirmar que de vez en cuando, no viene bien. Si no logro equivocarme, A ciegas es uno de los únicos thrillers que he leído, y aunque no muestre ningún asesinato ni nada por el estilo, sí presenta una idea bastante novedosa y adictiva: ¿qué pasaría si en el exterior hubiera algo esperando, acechando, para pillarte desprevenido y que con sólo una mirada te entren ganas de suicidarte? Josh Malerman lo muestra con la creación de este libro: amenizando, sorprendiendo y consiguiendo dejarnos con ganas de saber qué sucederá tras el final del capítulo.

      Mezclando una especie de thriller sin asesino que podamos adivinar y el género de la ciencia ficción, nos encontramos con lo que se denomina argumento de esta obra: una mezcla  bien creada, sin dejar una parte de la báscula más alta que la otra, enseñando las dos partes por igual; una completa adicción, con giros de guion inesperados que dejan boquiabiertos. Lo que he encontrado en este libro autoconclusivo de apenas trescientas páginas es un pequeño desarrollo en la trama que, aunque no está perfectamente hecho ni profundizado, resulta fácil de seguir y de comprender; además, incluso ha logrado ponerme alerta, sacar conclusiones anticipadas fallidas y empatizar con los personajes. Cuando digo empatizar con los personajes, nombrados de una manera fugaz y sin un pleno desarrollo sobre cómo son, ya que lo único que se conoce es su manera de ser a través del avance de la historia y las situaciones a las que se enfrentan. Josh Malerman consigue unos personajes reales y con personalidades valientes e incluso macabras, que consiguen una plena madurez conforme los peligros se les presentan y, aunque les falte la profundidad que ya he nombrado, he conseguido mantenerme alerta, sumergido completamente en la historia a través del viaje que inicia Malorie y que tan cercano resulta hacia los lectores.


       Es cierto que es fácil de identificar que A ciegas es la primera novela del autor, puesto que apenas nos muestra una cantidad de narración en las escenas que nos enseñe todos los detalles que esconde: las sensaciones, los pensamientos, cómo está decorada… aunque no lo nombra todo de una manera minuciosa, sí lo hace de manera rápida y visible, fácil de recordar. La escritura de Malerman se asemeja a un guion de cine debido a sus frases cortas, su abundancia en diálogos y el cómo logra que las escenas parezcan sacadas de una película; la narrativa es fluida, ágil de leer y directa, consiguiendo adentrarnos perfectamente en todo. El escenario que se teje en sus páginas es, en tres palabras, intenso, macabro y asfixiante: la cercanía y la manera de describirla consigue asustarnos, aguantar la dureza de la historia, los tapujos que no se guarda el autor y los peligros ante los que nos enfrentamos, como si estuviéramos bajo una banda, siendo un personaje más —así fue como yo me sentía con la lectura de lo sumergido que estaba en ella—.

      La edición que plantea Minotauro está muy acorde con la historia y, aunque es sencilla, está perfectamente trabajada: con una sobrecubierta en relieve para enseñar signos en braille, el idioma que utilizan los ciegos, encontramos bajo ella una tapa dura cartoné de un color negro hechizante; entre sus páginas distinguimos una maquetación simple, con una caligrafía normal y sin detalles a resaltar que resulten importantes.

      Aunque en su mayoría la novela me ha gustado y me ha atrapado, disfrutando del riesgo de los personajes, de los giros de guion inesperados y que dejan boquiabiertos, con la idea original y sentirme sumergido en ella, viviendo todo a través de mi piel, sí me ha fallado la profundidad respecto a los personajes, a otros datos de interés que podrían haberse ampliado para haber deleitado más y que no sólo leyera diálogos, sintiéndome como si estuviera viendo una película. Además, también en algún aspecto resulta algo previsible con algún dato, ya que desde el principio, algo introductorio, conocemos los dos puntos de vista, el presente y el pasado, y se puede sacar alguna conclusión de cómo terminaría todo; y otra cosa que flojea un poco es el final, puesto que hubiera deseado saber acerca de lo que se encuentra en el exterior y no sólo mostrar algo típico tras haber mostrado cosas graves y sorprendentes que luego se quedan como si no hubiera pasado nada.

      A ciegas, de Josh Malerman, es un libro que ponen a la altura de Stephen King, autor de El resplandor y Carrie, por tratarse éste de un thriller: páginas que vuelan en un entorno asfixiante y oscuro, personajes reales que evolucionan conforme la trama avanza, una premisa original, atrapante y macabra, con una narrativa como si de un guionista se tratara, con frases cortas, sin mucha profundidad y con una gran cantidad de diálogos y pensamientos. Con el peligro tras nosotros, una oscuridad irremediable, difícil de escaparse de ella; una aventura que deja sin palabras… la primera novela de Malerman atrapa hasta acabarse y, sin duda, deja con ganas de más.

A ciegas destaca por su maldad, su falta de tapujos, contando todo lo que podría resultar cruel sin ningún reparo, y por aquello que más llama la atención: un mundo en el que, si se camina con los ojos abiertos, podrías cruzarte con algo que te incite a suicidarte. Sorpresas, cercanía, evolución notable… una novela que se tiene que leer”.

sábado, 25 de julio de 2015

El lado falso — Sally Green.

Agradecimientos a la editorial por el ejemplar.
El lado falso ♦ Sally Green.
Gran Travesía 59 páginas.
Tapa blanda con solapas Ejemplar gratuito.


                      
Situado en los meses previos a El lado oscuro, este es el diario escrito por Michèle, la hermana menor de Gabriel. Los dos hermanos y su padre comienzan una nueva vida en Florida, dejando atrás la violenta tensión entre las facciones de Brujos Blancos y Negros de Europa. Allí, Michèle conoce a un chico perteneciente a una familia de Brujos Blancos y no tarda en descubrir que la brecha entre Blancos y Negros es cada vez más profunda. Pronto Michèle se verá atrapada entre el amor y la lealtad, la falsedad y la certeza.


     Michèle es la hermana menor de Gabriel, y ambos tienen que mudarse con su padre para dejar atrás una pequeña guerra que se va creando entre los dos bandos de Brujos; en su nuevo destino, California, la joven rehará su vida con nuevos amigos, nuestras costumbres y, sobretodo, nuevos amores.

     El lado falso es un pequeño complemento para la gran dosis de acción e intriga que es la saga Una vida oculta, iniciada por El lado oscuro, escrita por Sally Green, una autora que últimamente no pasa desapercibida y que poco a poco va creando más furor entre los lectores, haciéndose deseada y de lectura obligatoria. En El lado falso encontramos un pequeño relato que se lee en un abrir y cerrar de ojos, sin mucha profundidad y desarrollo en la trama ni en los personajes y con una voz narradora directa y cercana.

      Con este pequeño complemento se nos dibuja una trama que nos invita de nuevo al mundo que se nos presentó en El lado oscuro y que sigue resultando oscuro,  real y adictivo, aunque en éste se nos narre una historia más corta y de amor. Sally Green crea unos personajes que, aunque no tienen la profundidad necesaria para que estén perfectamente perfilados, resultan increíbles e interesantes con los pocos datos que se nos aportan y, al aparecer muy poco, nos dejan con la miel en los labios, queriendo que aparezcan de nuevo.

       La narrativa de Sally Green destaca por su cercanía, su especialidad para ser directa y por no hacerse en ningún momento pesada con la narración de los pensamientos de nuestra voz protagonista o de aquello que ve tras sus ojos; tampoco se hace pesada su forma de crear diálogos, ya que los moldea perfectamente y aporta información necesaria o nos hace reír con las barbaridades que suelta alguien del pequeño elenco. Con ella perfila una pequeña trama que apenas narra mucho pero que sí logra asemejarse a grandes clásicos como Romeo y Julieta por su amor prohibido y la pelea entre ambos bandos; además, el hilo conductor resulta interesante y en apenas 60 páginas logra hacernos mostrar ciertas sensaciones.

      En El lado falso, pequeño adelanto para El lado salvaje —aunque éste apenas muestre historia del hilo principal—, nos encontramos con diferentes elementos que hacen que, aunque ésta sea una historia corta pero entretenida, disfrutemos: un argumento sin mucho desarrollo pero que resulta intrigante y adictivo, que nos presenta a un elenco con poca profundidad e interesantes, descritos por una voz protagonista creada y moldeada por una narrativa directa, con dulzura, sin tapujos y cercana, que poco a poco nos va adentrando en un escenario oscuro y perfectamente concebido. Una pequeña historia de amor, una guerra que se va conociendo poco a poco, conocimientos sobre los Brujos Negros y más sobre las peculiaridades de estos magos… cosas así logra mostrarnos Green con este pequeño relato.


“Con El lado falso Sally Green empieza a brillar como autora: con pocas páginas y pocas palabras consigue una historia fresca, ágil y adictiva”.

lunes, 13 de julio de 2015

El verdadero significado del Smekdía — Adam Rex.

Agradecimientos a la editorial por el ejemplar.
El verdadero significado del Smekdía ♣ Adam Rex.
Gran Travesía 401 páginas.
Tapa dura cartoné 15’95 €.

                        
Una niña llamada Tip (sí, propina), una gata llamada Pig (¿cerdo?), y un extraterrestre llamado J. Lo (¿¿cómo la cantante??). Juntos tendrán que salvar la Tierra de dos invasiones extraterrestres y de unos humanos bastante inútiles.     ¿Cómo contaría la invasión extraterrestre de la Tierra una niña de once años que tiene que conducir cientos de kilómetros para rescatar a su madre acompañada de su gata y un alienígena fugitivo? Sin olvidar que el coche en el que viajan, vuela, y eso atrae a los ejércitos de los Buvs y de los Gorgs, y a los propios terrícolas desconfiados.      Una historia hilarante, inverosímil y maravillosa en la que a través de la disparatada amistad entre una niña sabelotodo y mandona, y un alienígena gruñón y entrañable, haremos un viaje fabuloso para salvar el mundo. Está escrita e ilustrada por el propio Adam, y ha servido de inspiración para la película Home. Hogar dulce hogar, que llegará a los cines el día 20 de marzo. La novela está llena de giros en la trama, diálogos agudos e ilustraciones geniales, pero la película adapta la novela de una manera espectacular y muy divertida.


«Era el Día de la Mudanza. ¿Eso va con mayúsculas? No lo había puesto con mayúsculas antes, pero ahora el Día de la Mudanza es una efeméride total, así que creo que debe ir así».

Cuando la profesora de Tip, nuestra protagonista, le encarga a sus alumnos la tarea de explicar en una redacción no muy corta qué es el «Smekdía» miles de ideas se le ocurren, pero es sólo una la que toma, y la que empieza a escribir poco a poco, estando ella presente en una gran invasión extraterrestre inverosímil. ¿Qué pasaría si, cuando menos te lo esperas, apareciera un extraterrestre y miembros de tu familia desaparecieran?

     El verdadero significado del Smekdía es una de las obras de Adam Rex, escritor de Frankestein se hace un sándwich o Moonday, entre varias más; una de las más recientes es la nombrada, de la cual, gracias a una de las grandes cadenas de animación cinematográfica, «Dreamworks», se suma a una de la gran lista de adaptaciones cinematográficas, cuyo nombre se corresponde a Home, hogar dulce hogar. En esta obra que nos llega de parte de Gran Travesía podemos apreciar una historia divertida, poco creíble y algo pesada debido a una voz narradora infantil, detallada y poca fluida, que nos presenta una gran cantidad de personajes variopintos pero de los que apenas logramos identificarnos y, los cuales, nos llevan a un ámbito interesante e inverosímil.

      Una gran invasión extraterrestre va a ser el hilo argumental que va a desencadenar de seguido todos los sucesos importantes que dan vida a este libro: siendo algo disparatado y alocado, se presentan unas tramas intrigantes pero con falta de acción y algo pesadas debido al ritmo lento en el que aparecen, otras tiernas y divertidas entre los personajes de la historia, en las cuales conseguiremos reírnos por algún suceso fuera de lo común o ver cómo poco a poco se va forjando una gran amistad entre nuestros personajes; ésta puede maravillar al lector que busca historias divertidas y con toques de originalidad, pero a mí me ha resultado algo infantil y también se me ha antojado algo pesado debido al no compaginar con ninguno de los personajes y con su ritmo lento y descriptivo que hacía que apenas lograra avanzar la trama. Sin duda, uno de los puntos fuertes que encontramos son los personajes, ya que es un gran abanico y son variopintos: mientras que uno es alocado y extraño, otro es fuerte y peligroso, y es por ello que, con sus diferentes aspectos y personalidades, logran convencernos y atraparnos, aunque también es difícil que los veamos como muy reales y cercanos, ya que son inverosímiles y apenas podemos encontrar en ellos mucha realidad, sólo imaginación; además, están bien trabajados y no logran asemejarse los unos de los otros, e incluso apreciamos una pequeña evolución —apenas es muy perceptible— en ellos hacia el final de la historia, y eso me ha gustado pese a que no me los haya terminado de creer realmente.

 
      El estilo de Adam Rex resulta intenso, ya que pese a contar con un vocabulario sencillo y fácil de seguir, contiene muchísima información que puede llevarnos a la confusión o hacernos perder durante la lectura, sin saber encontrarnos y teniendo que volver a releer las últimas oraciones para refrescar nuestra memoria; en sí me ha resultado arriesgado que en un libro dirigido para un público mucho más joven haya un número grande de páginas con una narrativa interesante pero que podría haber sido más pulida si, en vez de narrarnos todos los detalles, los hubiera mencionado por encima, sin darle demasiada importancia. Con diálogos divertidos nos sumergiremos de la mano del amplio reparto en un ámbito post-apocalíptico, ficticio e inverosímil en el que, gracias a las alargadas descripciones de Rex, nos veremos sumergidos sin poder salir de él, aunque en ocasiones nos sintamos perdidos o poco convencidos al ver por dónde se va dirigiendo la trama; en Estados Unidos lograremos vivir una de las aventuras más arriesgadas: una invasión alienígena que, pese a no contener mucha acción, sí nos hace pensar que estamos ante unos personajes irreales, destacables y divertidos que nos añoraremos cuando, finalmente, la historia acabe y ya no nos encontremos en el escenario interesante, cercano y ficticio que conocemos.

      Presentada en una edición de tapa dura sin sobrecubierta, con una portada sencilla y atractiva gracias a su tipografía y colores, El verdadero significado del Smekdía logra entrarnos desde la primera vista y enamorarnos; además de contener una edición dividida en tres partes diferentes, cada vez una más larga que la otra, y con el gran guiño de haber sido escrito en forma de redacción, ésta contiene una serie de tiras de cómics que hacen del libro una maravilla: los esbozos son hermosos y con ellos podemos imaginarnos fácilmente a los personajes, e incluso podemos encontrar minihistorias divertidas e interesantes; aparte de ello, también hay imágenes y detalles que resultarán curiosos y encantadores.

      Siendo la última apuesta de la gran productora de animación, Dreamworks, El verdadero significado del Smekdía, escrito por Adam Rex, es una lectura que esconde diferentes elementos: una historia que nos hará reír, que resulta curiosa e intrigantes aunque apenas creíble, con unos personajes variopintos, bien trabajados, que no han conseguido resultar cercanos  debido a sus actitudes inverosímiles, que iremos conociendo conforme la trama avance gracias a una narrativa sencilla pero muy sobrecargada para un libro dirigido a un público más joven, lo cual consigue que el ritmo se haga cuesta arriba y nos haga perdernos aunque estemos zambullidos en los diferentes escenarios, interesantes y cercanos. Una lectura para disfrutar poco a poco mientras conocemos secretos, apreciamos la preciosa edición y nos sumergimos en una gran aventura extraordinaria y original de la mano de unos personajes entrañables… Gran Travesía nos trae una lectura que cumplirá todo lo que alguna vez hemos soñado, como una gran invasión.


“Adam Rex teje un argumento apenas sencillo con una narrativa cargada y poco fluida que nos zambullirá en una historia en la que la locura y las aventuras estarán aseguradas de mano de unos personajes variopintos y bien construidos”.

martes, 7 de julio de 2015

Un final para Rachel — Jesse Andrews.

Agradecimientos a la editorial por el ejemplar.
Un final para Rachel ♦ Jesse Andrews.
Nube de tinta 218 páginas.
Tapa blanda con solapas 1695 .
                  
Según Greg Gaines, el secreto para salir airoso del instituto es no ser amigo de nadie pero llevarse bien con todos. Su lema es «sin amigos no hay enemigos». Solo tiene a Earl, con quien se dedica a grabar versiones terribles de sus películas favoritas.      Hasta que vuelve a ver a Rachel.      Rachel tiene leucemia, y a la madre de Greg se le ocurre la brillante idea de obligar a su hijo a que sea su amigo. Greg tiene claro que esto no va a ser una de esas típicas historias de amor entre una chica en estado terminal y un chico que de repente se enamora de ella. Pero, de todos modos, el destino tiene preparado algo especial para Greg, Rachel y Earl…


«Para comprender todo lo que ocurrió, hay que partir de la premisa de que el instituto es un asco».

Greg Gaines está en su último curso de instituto y piensa que es mejor no estar en ninguno de los grupos formados en éste —los góticos, guaperas, teatreros…—, y es por eso que se mantiene apartado de todos ellos, compartiendo una única amistad con Earl, con quien se limita a crear estúpidas películas sobre gatos que, ni siquiera, para ellos obtienen una buena calificación. Un día, cuando Greg llega a casa y se encuentra a su madre, ella le dice que una de sus amigas de la infancia —con la que ahora apenas comparte amistad— padece leucemia, y es por ello que poco a poco se va a ir acercando a Rachel.

     Me and Earl and the Dying Girl, título original de la novela, ha sido la ganadora en el festival de cine de Sundance en el 2015 y obtuvo el «Grand Jury Prize» en drama y en el premio de la audiencia en la misma; además, Andrews, aparte de haber escrito ésta, su primera novela, es guionista y se ha recorrido gran parte de Estados Unidos hasta vivir en su residencia actual, Boston. En Un final para Rachel encontramos un tema duro como el cáncer pero que, para nada, resulta emotivo, metafórico y triste ya que gracias a la voz narradora del protagonista, ésta contará con dosis de humor en su trama sencilla que nos presenta al elenco tan único y divertido que es descrito por una narrativa fluida, directa y cercana gracias a sus pensamientos que, además, describe el ambiente con pocas pinceladas y que apenas es difícil sentirse en él.

      Aunque en un primer momento pude comparar esta historia con otras sobre cáncer —Bajo la misma estrella, por ejemplo—, en realidad me equivoqué al encontrar el interior de ésta: el mismo protagonista nos avisa que aquello que va a narrar no es metafórico ni triste, sólo se limita a contar el final de los días de su amiga con grandes dosis de humor que sientan genial y que es imposible evitar. El autor nos adentra en un argumento que, aunque sí cae en algunos tópicos —amistad que se vuelve a forjar tras muchos años después—, resulta divertido, ameno y que, aunque le falte bastante profundidad, es rápido de leer y podemos aclararnos pronto; desde la primera página consiguió atraparme y engancharme y es por eso que he disfrutado bastante la lectura y la he leído en apenas unos pocos días. En el elenco principal nos encontramos con unos personajes cercanos, reales y bien podríamos identificarlos con alguien de nuestros alrededores o con nosotros mismos; como bien he dicho antes, aunque les falte profundidad para lograr saber cómo son realmente sus físicos y sus pensamientos —ya que sólo conocemos los de la voz protagonista, Greg, y el cual nos relata todo de una manera en la que nos queda todo claro—, éstos aun así resultan variopintos y bien perfilados, aunque algún detalle se escape. Sin embargo, aun los personajes principales resulten todo lo nombrado, también presenciamos a otros desde un segundo plano que, si bien no tienen tanto protagonismo, resultan esenciales para la historia y no consiguen llegarnos a equivocarnos pese a contar con un elenco algo grande.
 
      Lo que, sin lugar a dudas, me ha logrado convencer y enamorar perdidamente del libro y del autor es la narrativa que tiene: está perfectamente adaptado al personaje, ya que todo lo que podrían ser pensamientos estúpidos que se omitirían, él mismo los coloca —como decir que esta parte resulta aburrida, o que seguro que nos aburre su manera de escribir—; además, no es sólo eso, ya que reúne diferentes elementos que la hacen todavía mejor: cercanía, ser directo, sencillez en el vocabulario, contar con facilidad las cosas y sobretodo, real para la edad de nuestro protagonista. El autor narra los sucesos de manera rápida, con dosis de humor que a mí me hicieron reír y sin demasiada profundidad que pueda hacer de la lectura algo cuesta arriba; los diálogos que crea son frescos, cortos y resultan interesantes y gracias a ellos las descripciones apenas son pesadas y resultan entretenidas y sin mucha dificultad. El ambiente que crea Andrews es cercano y nos podemos sentir atrapados en él ya que es un lugar que seguro que más de uno hemos pisado como el instituto, y sabemos lo que nos encontramos —aunque en América sea diferente—; en los otros escenarios no encontramos complejidad, tan solo sencillez y resultan fáciles de imaginar.

      A mi parecer, la portada resulta compleja y bonita, ya que hay bastantes detalles metalizados y los colores son tan adecuados y bonitos que ésta entra desde un primer momento en nuestra vista y yo, desde que la vi, me enamoré; la tipografía es sencilla y fácil de leer y el número de letra es normal y se puede ver con facilidad, por lo que esto ayuda a que la lectura sea más fluida. Además, en el interior encontramos algunas partes con otra fuente que simula a una pieza de teatro y que es un punto a favor en la edición, ya que nos aclara que aquello que leemos es obra del protagonista.

      La primera novela de Jesse Andrews, Un final para Rachel, resulta una lectura entretenida y ligera: tiene un ritmo dinámico, nos muestra una trama sencilla y para nada emotiva, sino llena de humor, acompañada por un elenco de personajes que, aunque les falte profundidad, resultan bien perfilados y cercanos; la escritura del autor es algo que ha logrado enamorarme ya que está perfectamente adaptada al estilo del protagonista y resulta directa y próxima, además de relatarnos muy por encima los escenarios en los que nos veremos envueltos. La primera novela del guionista llega pisando fuerte: personajes con los que es fácil de identificar, una historia cruda pero que para nada lo es, siendo ésta todo lo contrario y, sobretodo, narrativa especial y única que logrará satisfacernos.


Un final para Rachel logra atraparnos desde la primera página gracias a una premisa interesante que nos hará soltar más de una carcajada y que está narrada desde un punto de vista especial y único”.

miércoles, 1 de julio de 2015

El mundo del mañana — Susan Ee.

Agradecimientos a la editorial por el ejemplar.
El mundo del mañana Susan Ee.
Gran Travesía 407 páginas.
Tapa blanda con solapas 1595 .


       
               
En El mundo del mañana los supervivientes del Apocalipsis que devastó la Tierra intentan organizarse y reconstruir lo que queda de la civilización.      En medio de la anarquía y la violencia, Paige desaparece de nuevo. En la búsqueda de su hermana pequeña, Penryn descubre los planes secretos de los ángeles. ¿Hasta dónde estarán dispuestos a llegar para alcanzar sus fines?
      Mientras tanto, Raffe intenta recuperar sus alas. Sin ellas no puede reunirse con los de su especie ni ocupar el lugar que le corresponde como líder. Raffe tendrá que decidir qué es más importante: hallar sus alas o ayudar a Penryn a sobrevivir.


«Todos creen que estoy muerta».

Tras las picaduras de los escorpiones alados en el Nido, Raffe —que creyendo que estaba muerta, desapareció—, su familia y todos los rebeldes, creen que Penryn está muerta y no inconsciente. Pero cuando ésta despierta, piensan que ya no es humana, y es por eso que encierran a su familia, por ser peligrosas debido a sus comportamientos, para no causar ningún mal. Sin embargo, cuando logren escapar, la hermana más pequeña desaparecerá de nuevo, sin ninguna razón, y nuestra protagonista se alejará de su madre para retomar una aventura que ni siquiera terminó.

     Susan Ee es una de las autoras de moda: tras haber autopublicado la primera parte de la saga, Ángeles caídos¸ en una de las plataformas más conocidas en Internet, consiguió tal fama que saltó al papel, presentándose así como el inicio de la trilogía Penryn y el fin de los tiempos, la cual ha vendido sus derechos a más de una decena de países y, por último pero no menos importante, ha conseguido vender los derechos para crear una adaptación cinematográfica, de la cual se están barajeando las diferentes posibilidades de recrearla. En El mundo del mañana, segunda parte de la exitosa trilogía, la aventura continúa, aumentando con la intensidad de sucesos que nos dejarán descolocados, sorprendidos y con ganas de saber los porqués de muchas cosas, gracias a una trama que mantiene la intriga y la acción hasta al final, con unos personajes cercanos, perfectamente caracterizados y con cambios trascendentales, que son descritos por una narrativa más madura, descriptiva y ágil, presentando consigo un mundo aún más macabro, más próximo y con un desarrollo correcto.

      Algo que admiro de Susan es, sin duda, la manera en la que moldea sus ideas para la historia, ya que, de una manera u otra, logra sorprendernos y dejarnos boquiabiertos conforme su trama va avanzando durante la saga; en el primer libro la pudimos ver novedosa e intrigante, y es por ello que, aunque en esta segunda parte sea más dura, esté más desarrollada y sea más profunda, no ha logrado llegar a la altura de su antecesor, el cual, sin duda, logra maravillar por sus diversas tramas que están en segundo plano y que resultan interesantes. Las escenas que se recrean, traten sobre información, resultan algo de relleno o mantengan el suspense y la crueldad, hacen que la trama esté bien tejida, perfectamente construida y que no tenga hilos sueltos que nos saquen de la historia por no saber de qué se trata aquello que leemos; la esencia que mantiene entre sus páginas, la que no muestra nada predecible, la que decide que en este momento va a pasar esta cosa y que nos va a acabar sorprendiendo, es absolutamente única: de un momento a otro podemos estar relajados mientras leemos y, en otro, de repente, poniéndonos alerta tras habernos sorprendido con el pequeño giro argumental que cambia el rumbo de las decisiones de los personajes. Lo que cambia de una parte a otra bruscamente y de una manera imposible de corregir debido a que es un gran punto a favor de la historia, son los personajes: los pequeños intentos de héroes que encontrábamos en la primera parte, evolucionan de una manera perfectamente concebida, ya que es difícil conseguir que entre el elenco podamos adivinar con claridad quién es realmente bueno y quién es malo; todos ellos contienen rasgos que los hacen diferentes entre sí y, sobretodo, por muy aventureros y valientes que sean, no son incapaces de esconder el peligro que mantienen. Resultando variopintos, profundos y totalmente creíbles, mantienen unas actitudes fuertes, comportamientos macabros y, sobretodo, grandes rasgos como de luchadores que, siendo sincero, no logran decepcionar.
 
      Sin tapujos en la lengua, con un gran halo de misterio, sin rodeos… todo esto que acabo de nombrar son cosas que podemos encontrar en la adictiva narrativa de Susan Ee; además de lo ya nombrado, es ágil, fácil de seguir, confortante, sencilla pero intensa y arriesgada, ya que en todo momento se encuentra momentos de tensión que nos dejarán boquiabiertos, junto a los grandes giros argumentales que poco a poco se harán visibles —además, todo esto se debe gracias a la pulidez de la traducción, la cual se vuelve más cercana, más creíble y está más trabajada, por lo que nos atrapa aún más—. Los diálogos resultan frescos y es un gran pro a la hora de la lectura, ya que no nos hace sentirnos perdidos y, aunque en algunos momentos se haga algo pesada al ser datos de interés que tendríamos que tener en cuenta, son ligeros y entretenidos; intercalándose con éstos se encuentran las descripciones, pese a que éstas aparezcan bastante en la lectura, no resultan nada pesadas y son ágiles, ya que nos describen el ámbito y la mayoría de cosas por encima, dándole más importancia a los pensamientos de la protagonista y cómo ve todo ella desde su punto de vista. Respecto a los escenarios que El mundo del mañana aguarda, hay una gran amplitud que resultan confortantes, cercanos y creíbles, además de maduros, ya que dan un gran cambio que los hace cambiar bruscamente y que, si en su antecesor los encontrábamos con potencial, en éste se supera aún más al contener una gran dosis de maldad en él que a mí, al menos, me ha satisfecho.

      No voy a cansarme de decir que las presentes ediciones de la editorial son mágicas: con los códigos de barras acorde de la historia, representando un elemento clave; con relieve en las letras del título y plumas escondidas que únicamente se pueden apreciar a la luz del sol y que resultan fácil de encontrar al notar el tacto suave. El interior vuelve a ser el mismo: inicios de capítulo simples, con una gran multitud y capítulos divididos en diferentes números de página que resulta una grata idea para así quedarnos en cada momento con ganas de más; con una tipografía simple y grande, en sus más de 400 páginas, no nos queda más que desear que salga el final de la trilogía que tan buenas críticas ha cosechado cuanto antes.

      La trilogía que Susan Ee empezó sin expectativas de poder llegar hasta lo que ahora ha llegado, continúa con su segunda parte, El mundo del mañana, en la que conoceremos más secretos, tendrá un ritmo más vertiginoso y no tendremos tiempo de respirar; en ella nos encontramos con un argumento que, pese a no estar a la altura del de la primera parte, logra satisfacernos y cumplir nuestras expectativas al ser cruel, duro y inesperado, que poco a poco nos sumerge más y más en la vida de nuestros personajes variopintos, más maduros y perfectamente concebidos que conviven en un escenario con grandes hales de terror y maldad que, más de uno, desearemos que no se haga real y que es creado gracias a una mente desbordante que lo plasma con una narrativa directa, sencilla y sin tapujos —además, la traducción ha sido pulida y ha quedado perfecta en este segundo tomo—. Desde Océano Gran Travesía nos llega la segunda parte de la trilogía Penryn y el fin de los tiempos, en la que la trama sigue avanzando con un millar de sorpresas y que, sin duda, a pesar de ser éste algo de transición, nos preparará para un desenlace mucho más alucinante y que no podremos esperar.


“Tras la magia de Ángeles caídos, donde conocimos todo y nos maravilló, llega El mundo del mañana, continuación perfecta, algo de tránsito y, sobretodo, sorprendente, madura y provocadora que, sin duda, logrará satisfacer a más de uno”.