Desconexión — Neal Shusterman.

Agradecimientos a la editorial por el ejemplar.

Desconexión ♣ Neal Shusterman.

Anaya ♣ 461 páginas.

Tapa rústica con solapas ♣ 16’50 €.

¿Qué harías si decidieran desconectarte?

Connor, Risa y Lev tal vez consigan escapar..., pero ¿sobrevivirán?

Tres vidas distintas. Una ley implacable. Un único final. Solo si llegan a los dieciocho podrán evitarlo.

 La Segunda Guerra Civil de Estados Unidos, también conocida como «Guerra Interna», fue un conflicto prolongado y sangriento que concluyó con una resolución escalofriante: la vida humana se considerará inviolable desde el momento de la concepción hasta que el niño cumpla los trece años, entre los trece y los dieciocho años de edad, sin embargo, los padres pueden decidir «abortar» a su hijo de modo retroactivo... con la condición de que el hijo, desde un punto de vista técnico, no muera. Al proceso por el cual se acaba con él al mismo tiempo que se le conserva con vida se le llama «desconexión». Actualmente, la desconexión es una práctica frecuente y socialmente aceptada.

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«—Hay sitios a los que puedes ir —le dice Ariana—, y un tipo

tan listo como tú tiene muchas probabilidades de llegar a

los dieciocho».

Neal Shusterman es el archiconocido autor de la trilogía Everlost, publicada por Anaya, entre otras muchas historias escritas por él y publicadas, incluyendo El desván de Tesla, su última novedad publicada aquí en España a principios de año; aparte de escribir historias que logran enganchar al lector y ser conocidas en el continente americano, Shusterman también escribe guiones de series televisivas, donde comenzó su aventura como escritor. Con Desconexión el autor logra transportar al lector a una lectura algo pesada, con escasez de acción en su argumento prometedor y adaptable a varias situaciones oscuras, macabras y apenas deseables… escenas escalofriantes en las que unos personajes poco perfilados y algo inmaduros deberán enfrentarse debido a la gran imaginación del autor, la cual no nos deja de sorprender en ningún instante y, cada vez que le es posible, teje un giro argumental que nos dejará sorprendidos, impactados y algo confundidos, con una narrativa simple, con poca profundidad, con errores —que no sé si se tratará de la traducción, que puede ser—, que se hace pesada y cansina y difícil de continuar.

      Anaya nos trae un futuro post-apocalíptico que narra la historia de tres personajes diferentes, que apenas tienen cierta similitud hasta que sus vidas se cruzan y, que a partir de ello, comenzarán diferentes aventuras, en las que la fuerza y la supervivencia estarán presentes en todo momento y en el que un pequeño romance hará que haya partes más suaves y tiernas. Sin duda, la manera en la que se podría describir a Desconexión en tres palabras sería valiente, inteligente y alucinante; tiene una trama que logra captar nuestra atención desde el primer momento, ya que, al haber muchos libros catalogados como post-apocalípticos, es muy difícil encontrar alguno que destaque por su originalidad, y en este caso, mi ejemplo es esta historia: pese a haber diferentes tipos de escenas que nos entretienen, pocas son las que verdaderamente nos atrapan y no nos sueltan, sea por las sorpresas que nos dejan boquiabiertos o los grandes giros argumentales que cambian todo de un momento a otro. En la aventura que se nos narra conoceremos desde un principio a un elenco peculiar y excelente pero que, a mi parecer, se queda algo cojo y soso debido a las pocas descripciones que podemos encontrar sobre ellos para así ponerle físico y sentimientos, además de quedar algo alejados del lector, ya que ninguno de los personajes consigue, por decirlo de una manera, ser parecido a uno de nosotros, sentirnos identificados sea por su valentía, su miedo o su furia… Pese a esto, sí puedo decir que es fácil tener sentimientos contradictorios hacia nuestros personajes: en un instante podemos estar queriendo a una de las parejas y luego odiarla completamente al habernos sacado de quicio… o que un personaje secundario aparezca poco y nos llame la atención y, luego al aparecer, que deseemos que desaparezca.

      La narrativa que esconde Neal Shusterman es sencilla, con poca profundidad y apenas directa, ya que hay momentos en los que, en vez de ir al grano y hacer una especie de elipsis narrativa, se toma su tiempo en narrar cosas que no terminan de llamar la atención y que ni siquiera le dan un toque mágico o cambian a la historia; es por eso que, al no ser fácil estar atento a la lectura debido a la cantidad de información innecesaria que se nos da y escenas apenas importantes que se nos narran, la historia puede mantener un ritmo poco fluido hasta que no se le coge el adecuado. Aparte de esto, en Desconexión encontramos varios diálogos que resultan interesantes y que consiguen hacernos reír, además de dar algo de información en algunos de ellos que será vital en la historia… en otros, simplemente, están aquellos que son de relleno para que la lectura siga un patrón; no obstante, también está la parte descriptiva, en la que apenas podemos descubrir datos que nos aclaren más las ideas, sino que sólo hay capítulos en los que el autor sí se para a narrar algo más con profundidad. El ambiente que esconde entre sus página el relato logra transportarnos a una sociedad macabra, peligrosa y, según cabe destacar, original: a lo largo de la duración del tomo visitaremos muchos paisajes que, aunque no todos ellos tienen importancia, sí los más importantes consiguen resultarnos interesantes y queremos saber más de ellos.

      Narrado en tercera persona del presente, y contando con una cantidad de sesenta y nueve capítulos en los que nos podremos parar a conocer lo que pasa en la vida de nuestros personajes principales o, por el contrario, de otros que pueden cambiar el argumento; siete partes intercaladas con capítulos largos o cortos, con una fuente cómoda y un tamaño normal, en los que conoceremos varios giros argumentales que se esconden tras la portada tan atrayente que tiene, aunque no preciosa. Desconexión mantiene un ritmo fluido en su principio al adentrarnos en la narración, donde se nos presente a nuestros protagonistas y se van desencadenando actos interesantes que darán pie a otros; a partir de aquí, la cosa se vuelve algo irregular pese a contar con algo de intriga y acción… pero al no sentir cercanos los personajes ni la narración, éstos podrían ser un impedimento a la hora de continuar la lectura. Tras conseguir retomar un ritmo rápido debido a la adicción que mostraba, llegamos al desenlace, en el cual encontramos factores que nos picarán la curiosidad para la segunda parte de esta trilogía y, que a pesar de tener un final cerrado, nos deja con ganas de saber los porvenires que nos esperan.  

      De parte de Anaya llega Desconexión, una historia post-apocalíptica que puede convencer a todo aquel que lo lea pese a tener sus errores: en un ámbito que alcanza el capricho del lector al saber qué encontraremos tras quedar sumergidos de lleno, conoceremos un elenco de personajes particulares pero que los cuales no nos aportan nada a la lectura al resultar lejanos a causa de la narrativa simple y con poca profundidad de Neal Shusterman, su autor, el que teje los giros argumentales que nos dejan sorprendidos en más de una ocasión. Una historia recomendada para los amantes del género, a los que les haya gustado la trilogía Everlost, a los que les pique la curiosidad o los que quieran una lectura  sorprendente y novedosa.

“Neal Shusterman, el escritor y guionista de televisión, se alza a la fama de nuevo con su trilogía Desconexión, la cual sumerge al lector en una lectura oscura, novedosa, rompedora e impactante”.