Títeres de la magia — Iria G. Parente y Selene M. Pascual.

Gracias a la editorial por el ejemplar. Reseña disponible en Goodreads.
Títeres de la magia. | Iria G. Parente y Selene M. Pascual. | Nocturna.

518 páginas | Tapa rústica con solapas | 16'00.

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Los nigromantes de la Torre de Idyll no son como dicen los cuentos. Allí nadie sacrifica doncellas ni juega con la muerte, sólo se estudia entre libros y hechizos.

Clarence, que siempre ha vivido ahí, adora esa calma.

Hazan, que conoce el mundo exterior, comienza a cansarse de ella.

Sin embargo, cuando unos venenos letales empiezan a comercializarse por toda Marabilia, ambos deben abandonar esa paz. Alguien tiene que encontrar un antídoto con urgencia... aun si el precio a cambio es uno mismo.

Libre de spoilers

«¿Es así como se solucionan los problemas en el mundo real? ¿Con muerte? Supongo que como en los cuentos: el malo muere, y ese es el final feliz. Pero a mí esto no me suena a final feliz.».

★★★★  (4/5)

Títeres de la magia es la nueva entrega de la serie Marabilia, escrita por Iria G. Parente y Selene M. Pascual, y publicada por Nocturna; en esta ocasión, nos encontramos con la historia de Hazan, el joven mago que conocimos en Sueños de piedra, y Clarence, su tutor. La novela cuenta con un argumento cargado de acción, de intriga, sentimental y profundo, con unos personajes redondos, con pensamientos mágicos y maravillosos, y una narrativa impecable, ágil, única, especial.

Hazan nunca ha sido muy bueno con aquello que hace, por lo que fue expulsado de la torre de magia en la que estaba, hasta que ingresó en la de Idyll, la de los nigromantes. Allí, conoce a Clarence, sobrino de los directores, y maestro del joven; él lo ayuda en todo lo que puede, le aporta sus conocimientos, pasa tiempo con él... y eso acaba haciendo que el nigromante acabe enamorado de él. Hazan, amante de los cuentos que le contaba su hermana, y Clarence, oscuro y para nada transparente, se sumergirán en una aventura peligrosa cuando unos venenos mortales empiecen a comercializarse. A partir de ese momento, la chispa se activará, y la bomba llena de sentimientos y de peligros llegará a los personajes, y no podrán evitarla siquiera.

El argumento que nos encontramos en Títeres de la magia es, simplemente, cautivador; desde el primer momento en el que te sumerges en él, no puedes alejarte de él, sino que las ganas de leer y de emprender más aventuras perduran incluso hasta la última página. Las tramas, llenas de misterio e intriga, ajustadas al género fantástico en todo momento, nos hace viajar por Marabilia, un mundo increíblemente creado, en busca de aventuras llenas de acción y de momentos tiernos, de reflexiones que nos harán pensar; es oscuro, sí, y maduro, y el ver cómo avanza todo, cómo poco a poco van uniéndose las piezas del puzzle, resulta agradable, al igual que la relación amorosa que se forma entre Hazan y Clarence, que en ningún momento se hace pesada ni rápida, sino natural.

Los dos personajes principales son muy diferentes a los que nos encontrábamos en Sueños de piedra: mientras que Lynne y Arthmael aportaban la parte de humor, de romance, de sueños y de temores, Hazan y Clarence nos dan la parte torpe, madura, la de la enseñanza, la de la lucha, la de los propósitos y la magia. Nuestros protagonistas son, en una única palabra, indescriptibles, ya que tienen unos pensamientos complejos, increíbles, con voces muy diferenciadas entre ellos y de las que ya escuchamos una vez. Están perfectamente descritos, tanto físicamente como interiormente, y algo que hace especial a los libros de Iria y Selene, es la forma de redondear a los personajes, de moldearlos, de crearlos, porque consiguen humanizarlos, hacerlos tan reales como la vida misma, y ellos mismos nos muestran valores, nos aportan ideas, nos hacen reflexionar.

Otro de los puntos que cabe destacar es la forma que tienen de expresarse. Directa y profunda, Parente y Pascual se alzan con un estilo personal, ágil, alucinante, que al lector le resultará maravilloso. Sin lugar a dudas, es una línea que sube y baja, que sabe cómo mantener la seriedad en los momentos de acción, cómo atrapar al lector, cómo hacerlo disfrutar, y que sabe cómo abrirse en los momentos tiernos, en los momentos más reflexivos, profundos, cómo darle esa voz poética, sutil, interesante y dulce.

Los personajes de Títeres de la magia ilustrados por Lehanan Aida.

Además, algo que cabe destacar de esta segunda novela de la serie, que no mantiene relación con su antecesor más que con algunos personajes, es que vamos explorando más Marabilia. En el viaje que hicimos con Arthmael y Lynne, conocimos bosques y ciudades, nos adentramos en un mundo que creíamos que era como el nuestro, siendo un personaje más; en cambio, en esta, nos introducimos en una torre de magia, conociéndolas más con profundidad, y viajamos a montañas y nuevas ciudades. En este mundo perfectamente concebido y espectacular, encontramos criaturas que siempre hemos tenido curiosidad en leer: mientras que ya habíamos visto ghuls o mantícoras, ahora nos enfrentamos a piratas, viajamos por mares, sucumbimos a la belleza de las sirenas y escuchamos a los dragones.

En definitiva, Títeres de la magia, la nueva novela de Iria G. Parente y Selene M. Pascual, es indescriptible y maravillosa, totalmente diferente a Sueños de piedra. En esta ocasión, contamos con un argumento cargado de acción y de grandes reflexiones, de un ritmo completamente frenético, imposible de parar una vez has comenzado; además, tiene unos personajes redondos, con unas voces espectaculares y muy diferentes entre sí, y un estilo personal, dulce, serio, sutil y profundo. Tras Sueños de piedra, una novela de superación y de lucha y de sueños, llega Títeres de la magia, donde aprenderemos a perder, donde ganaremos, donde nos enfrentaremos a la realidad y donde nos atreveremos a soñar.