miércoles, 2 de junio de 2021

Minireseña: Kiss and cry — Andrea Tomé.

Gracias a la editorial por el ejemplar.

Kiss and cry. | Andrea Tomé. | La Galera.
672 páginas | Tapa blanda con solapas. | 17'50.
Veronica Leckie y Brooks Marten son las ovejas negras del patinaje sobre hielo. Tras quedar fuera del podio por los pelos en los Mundiales Júnior, ha llegado la hora de que pasen a la categoría Sénior justo a tiempo para los Juegos Olímpicos. El bicampeón olímpico Nikita Ogorodnikov se ofrece a entrenarlos y se mudarán a Toronto, donde Veronica compartirá pista con su polo opuesto: la seria jugadora de hockey Frankie Kelleher. ¿Podrán soportar la presión? Un gran reto requiere de un gran esfuerzo y sólo ellos podrán decidir su destino.


Libre de spoilers

½ (4'5/5)

Kiss and cry es la novela más reciente publicada por Andrea Tomé, una de las mejores autoras dentro del panorama literario español. Se trata de una novela autoconclusiva en la que la autora plasma a la perfección una de sus mayores aficiones: el patinaje artístico. La novela se narra desde el punto de vista de dos hermanos, Veronica y Micah, y se ahonda en el primer amor, en la enfermedad de la fibrosis quística, la fama, las expectativas y el duro esfuerzo. Es un libro de más de seiscientas páginas que consigue atrapar desde la primera.

Andrea Tomé es siempre una muy buena lectura, por lo que no es de extrañar que este título enamore a cualquiera que se sumerja en ella. Sabe cómo representar las emociones a la perfección, por lo que el lector es capaz de sentirse identificado con aquello que narran tanto Micah como Veronica. Si bien es cierto que la primera parte del libro se hace algo pesada, ya que es introductoria, una vez se comienza a descubrir el entramado y se entra de lleno en todo lo relacionado con la disciplina deportiva, es imposible dejarlo atrás. De hecho, todo está muy bien explicado, por lo que no es difícil hacer que la imaginación desarrolle las imágenes que Andrea Tomé narra. Asimismo, cabe destacar la buena evolución del libro; ya que es un libro bastante extenso, da tiempo a que todo se desarrolle con naturalidad y sinceridad, y no hay nada que desentone con el motivo general del libro. Por su parte, el final es el broche de oro y enamora irremediablemente.

Micah y Veronica son los dos protagonistas de esta novela y están creados con mucha dedicación. Por un lado, Veronica es un personaje muy disciplinado y competitivo, y hará todo lo posible por llegar a lo más alto. Su evolución está justificada y por todo ello resulta un personaje redondo y con una personalidad mágicamente arrolladora. Sin embargo, no se le puede comparar con Micah, porque este es un personaje dulce, con mucha carisma. Es, quizá, el más completo de la obra, y el lector puede sentirse identificado en más de una ocasión con él. El resto del elenco, desde Brooks hasta el resto de competidores y entrenadores, resultan un añadido especial que hace que el elenco sea numeroso y más completo.

Por su parte, el estilo es simplemente mágico. Sí es cierto que se deja atrás ese tono lírico y dramático que encontramos en el resto de novelas de la autora, pero eso no entorpece la lectura. Es un estilo cálido, descriptivo y sencillo, que todavía tiene resquicios metafóricos y líricos que consiguen enamorar. A través de la narración de Veronica, el lector se siente cercano con sus pensamientos y se siente siempre entretenido con aquello que narra.

Kiss and cry es el libro que todo el mundo desearía leer. Tiene humor chispeante, pizcas de dramas y mucha sesión de deporte que más que entorpecer la lectura, invita a la acción. Es un libro completo, de lectura fluida, y que aborda múltiples temas que son interés de cualquiera que se sumerja en ellas. Enamora por su elenco tan potente y variopinto, y por su estilo tan sobresaliente y perfecto. Un libro inolvidable, reconfortante y altamente adictivo.


1 comentario:

  1. ¡Hola! Lo tengo muy pendiente desde que la autora lo anunció, ya que su pluma me encanta y el tema del patinaje más todavía, así que espero poder estar leyéndolo prontito porque ganas no me faltan.

    ¡Nos leemos!

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