Los días que nos separan — Laia Soler.

Los días que nos separan ♣ Laia Soler.

Plataforma Neo ♣ 411 páginas.

Tapa blanda con solapas ♣ 17’00 €.

      

Abril está obsesionada con sus sueños. Desde que se cruzó con ese desconocido en la biblioteca, él se le aparece cada vez que se queda dormida. En su mundo onírico, el chico es Víctor, un burgués de la Barcelona de 1914, y ella... Ella ni siquiera es ella misma, sino Marina, una obrera que vive en el mismo edificio que Víctor.      Mientras la historia de los dos jóvenes del pasado avanza noche tras noche, Abril lucha por mantenerse al margen de las emociones de Marina e intenta descubrir qué significan esos sueños.

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«El sonido del viento y la lluvia se percibía lejano tras aquellos gruesos y viejos muros».

Tras la visita a la biblioteca para adquirir un ejemplar de Peter Pan y Wendy, en el que un joven buscaba el mismo libro pero finalmente, se lo dejó a ella, Abril va sumergiéndose en una Barcelona antigua en la piel de una joven pobre que trabaja para una familia rica que son sus vecinos; poco a poco, una historia que entrelaza el pasado con el presente se nos va presentando, y Abril no parará hasta descubrir qué se esconde tras sus sueños y, además, saber más sobre el chico que se cruzó en la biblioteca.

     Los días que nos separan es el primer debut literario de Laia Soler, una joven escritora que alcanzó la publicación de su primera novela con el certamen literario «La Caixa y Neo», proclamándose así como ganadora de la primera edición; además de escribir, también trabaja en una editorial y, anteriormente, manejaba un blog muy conocido del que se dio de baja, ya que quería limitarse a escribir. En su primer escrito nos enseña cómo la realidad y los sueños están separados por una fina línea de una manera creíble y razonada, que se presenta como un argumento sencillo que poco a poco va madurando y va dando pie a giros inesperados que nos dejarán boquiabiertos, por lo que la definiremos como sorprendente, especial y hechizante gracias a unos personajes cercanos y con diversos elementos que harán que se nos antojen como reales gracias a una narrativa simple pero dulce y cuidada cuando alguien da voz y, sobretodo, que consigue envolvernos en un ambiente que no se nos hace ficticio y permanece real en todo momento.

      Aunque pueda parecer en un principio la sinopsis, tras leerla y dejarnos con la miel en los labios, algo sencilla y con poca profundidad, es un hecho que nos llevará, sin lugar a dudas, a la equivocación: nos encontramos con un argumento que página tras página consigue atraparnos, encariñarnos, molernos… en resumidas cuentas: hacernos sentir; poco a poco va madurando y nos muestra una magia que lo hará brillar tras pasar varios acontecimientos que lo cambiarán todo. Laia Soler ha conseguido hacerme reír, enamorarme, delirar, sorprenderme y, sobretodo, romperme el corazón una y otra vez; la autora, que apenas cuenta con algo más de veinte años resulta inteligente y cuidadosa a lo que en la manera de crear la historia y plasmarla se refiere, ya que logra mantenernos enganchados, con los sentimientos mostrándose en su primera novela… y, en mi opinión, es algo a tener bastante en cuenta. La autora nos muestra un amplio abanico de personajes con diferentes actitudes, que se verán sometidos a problemas —como el machismo u otros más que encontraremos en su lectura— y que cuentan con unas personalidades únicas, bien formadas, carismáticas y, ante todo, realistas y atractivas; el gran reparto que se divide en diferentes épocas logra atraparnos por completo y convertirse en algo cercano que ayudará a que el ritmo de la lectura sea ligero —pese a que, en un principio, cueste congeniar con alguno de ellos y por eso, el ritmo se haga algo cuesta arriba—. Cada uno destaca por su magia, su personalidad, su aspecto y su habilidad: resultan diferentes uno entre otros, respecto a niveles sociales, vestimentas, problemas a los que deben someterse, etcétera; y gracias a ellos podremos llegar a sentirnos identificados aunque sea por un mínimo detalle, ya que es algo difícil encontrar semejanzas respecto a un habitante de otro siglo al nuestro actual… pero, por ello, no impide que éstos no se muestren cercanos.

 

      Por muy joven que fuera Laia al escribirla, ella nos transmite su dulzura con un vocabulario sencillo, amplio y poético que va dando forma a una narrativa especial que se nos presenta, sobretodo, en los momentos en los que Marina, la voz narradora, nos entra en detalles en la historia —y es por ello, que al adentrarnos poco a poco, el ritmo apenas sea muy fluido en el principio— y deja ver con facilidad sus sentimientos disparatados y sus maduros pensamientos que conseguirán atraparnos en la lectura. Entre los diálogos frescos, bien transmitidos y reales, vamos conociendo sorpresas que nos dejarán boquiabiertos y paralizados y que amenizarán la larga narración que resulta simple, apenas muy detallada y, sobretodo, sutil y con una esencia mágica. Todo lo nombrado anteriormente da forma a un escenario especial: la Barcelona de época, la que seguramente una vez existió, se hace presente y apenas resulta falsa y poco real, sino que, ni siquiera, sabremos si realmente nos encontramos con un ambiente realista o ficticio; en él nos podemos sumergir fácilmente, recorrer sus calles y vivir una hermosa historia de amor que no dejará de sorprendernos hasta el final de la historia y que, sin duda, consigue hacernos a nosotros como un protagonista del romance, uno de los personajes al que no podemos evitar coger cariño y el que nos sorprenderá en su ámbito tan especial e injusto que Laia consigue hacer real.

      Una portada especial y que mantiene un gran significado con el argumento entrará desde un principio a nuestros ojos gracias a su belleza, a su tipografía y a sus colores tan vivos y cálidos; aparte de ello, en su interior se nos presenta unos inicios de capítulo muy sencillos que durarán hasta las cuatrocientas páginas, intercalándose así unas sesenta veces un número y la forma de escribir ese número. También podemos encontrar detalles simples como la cursiva y la letra tan personal a la hora de la lectura de algunas cartas que nos robarán el corazón o, por el contrario, de un fragmento de periódico, con su margen y su aspecto que resulta real y que hará cambiarlo todo.

      Tras alzarse con la victoria del primer certamen «La Caixa y Neo», Laia Soler, una autora nobel, nos presenta su primera novela, Los días que nos separan, la cual nos atrapará durante su lectura y nos hará sentir, sufrir, reír y soñar gracias a unos personajes cercanos, carismáticos y bien perfilados que se nos presentan gracias a un argumento sencillo pero que va madurando poco a poco, convirtiéndose así en algo mágico, escrito por una narrativa sencilla, directa y algo dulce y poco cargada que nos adentrará en un mundo injusto y cercano. La primera novela de Laia resulta algo introductorio y por ello, algo pesado en un principio pero que, cuando se van desarrollando acontecimientos importantes nos mantendrá intrigados y esto hará que no podamos dejar de leer hasta llegar a la última línea, donde dejaremos una gran historia atrás… Neo Plataforma escoge a una autora por la que merece la pena apostar y la cual, resulta una caja de sorpresas respecto a la manera en la que nos narra su primer debut.

“No todo tiene por qué ser maravilloso y mágico, y Laia Soler lo demuestra gracias a un argumento realista y conmovedor que nos atrapará a todos y que nos dejará con ganas de saber más sobre los diferentes personajes, los cuales resultan cercanos y encantadores”.