Nubes de kétchup — Annabel Pitcher.

Agradecimientos a la editorial por el ejemplar.

Nubes de kétchup ♦ Annabel Pitcher.

Siruela ♦ 273 páginas.

Tapa blanda con solapas ♦ 16’95.

 
                       

Zoe es una chica inglesa de quince años que oculta un terrible secreto. Llena de angustia pero también con una buena dosis de humor, Zoe comenzará a escribir cartas a un criminal llamado Stuart Harris, encerrado en el corredor de la muerte de una prisión de Texas. Piensa que solo alguien así, marcado al igual que ella por el secreto, la mentira y el asesinato, va a poder comprenderla...
      Bolígrafo en mano, Zoe respira profundamente, come un sándwich de mermelada de fresa y comienza su relato de amor y traición...

Web de la autora. || Dónde comprarlo. || Más información.

«No quiero hablar de lo que pasó esa noche, ni ahora ni nunca. No quiero hablar ni de la lluvia ni de los árboles ni de la mano que iba desapareciendo ni de las sirenas azules de la policía ni de los llantos ni de las mentiras ni del ataúd ni del sentimiento de culpa culpa culpa que tengo cada minuto de todos y cada uno de los días».

Arrepentida. Triste. Fría. Así es como se siente Zoe tras haber cometido un acto que perjudicó a una persona y que nadie, excepto ella, sabe; ¿por qué lo hizo? ¿Por qué se encuentra ahora así? ¿Qué fue lo que originó que pasara esto? Zoe no puede callárselo y decide contar su historia, punto por punto, momento por momento, a un desconocido lejano a ella: un  criminal habitante de  Texas al que le queda poco tiempo de vida pero que, aun así, descubrirá una gran historia de amor.

     Después del best-seller Mi hermana vive sobre la repisa de la chimenea, llega lo más reciente de Annabel Pitcher: Nubes de kétchup¸ que aunque su sugerente título parece mostrar una historia de cocina o semejante, no es así; su trasfondo está muy trabajado y es muy profundo y seguro que, a más de una persona, le sorprenderá. Con tintes realistas como problemas familiares, un triángulo amoroso, una discapacidad, abusar de alguien —entre más cosas que se van descubriendo poco a poco—, Pitcher crea una novela que no es para nada lo que parece ser, sino que es completamente diferente y llega hasta el lector de una manera tan cercana y tan dulce que es imposible caer rendido ante esta obra repleta de sentimientos y reflexiones.

      Cuando creía que me iba a encontrar una especie de libros que mostrara un asesinato fuerte y terrible, me equivocaba; en realidad, lo que he encontrado entre las páginas de esta publicación es totalmente diferente y me arriesgo a decir que es, sobretodo, totalmente diferente y mucho mejor de lo que esperaba. El argumento que se cuece no cae para nada en tópicos puesto que, aunque algunas cosas sí podemos decir que se parecen a otros libros o que es típico, la autora lo hace suyo y apenas es perceptible y de importancia; está tan perfectamente trabajado que no duda en sorprender con sus giros, sus momentos románticos y la sinceridad con la que la narradora cuenta todo detalle a detalle y de una manera tan cercana que consigue creer que, incluso, la historia que cuenta la hemos vivido nosotros. Dulce, realista, romántico, especial, sorprendente, acogedor… así es el argumento que en un principio se nos da a conocer y que poco a poco vamos desenvolviendo y consigue dejarnos sorprendidos y, ante todo, hacernos sentir, pensar y reflexionar con todas las situaciones que se nos presentan. Trabajados y conseguidos están los protagonistas y los demás personajes que se conocen y se nombran ya que, desde el primer momento, es fácil conectar con ella por su cercanía, su madurez y su perfil que para nada queda desdibujado sino que, al contrario, es un personaje complejo y que sorprende cuando queda totalmente al descubierto. Gracias a ella y a sus recuerdos conocemos un elenco variopinto y real con el que es sencillo sentir odio, pasión o complicidad por sus formas de desenvolverse o actuar; son personajes que están bien perfilados y sentimos sus emociones y sabemos a qué se debe el papel que desempeñan poco a poco gracias a la protagonista y a su manera de formar una cercanía absoluta con voces que no se escuchan pero que sí actúan en la historia.

 

       No sé qué es exactamente lo que más me ha atrapado y me ha adentrado en la historia, pero yo creo que ha sido la narrativa de Pitcher, la cual es ágil, apenas pesada, muy sencilla, única y personal, maravillosa, dulce y cuidada; esa sencillez que muestra y que esconde esfuerzo y mucho trabajo, tiene muy buen resultado, ya que consigue ser directa, sin andarse con rodeos, cercana para el lector, lo que facilita la lectura y, sobretodo, reflexiva y especial. La manera de desenvolverse en los diálogos y en la narración me ha resultado correcta, puesto que lo hace de una manera visible y que, aunque narre todo aquello que tenga idea de hacer, no se hace nada pesada y hace que nos quedemos con ganas de más, saber más sobre aquello que se nos cuenta y acaba y, entonces, no continúa; con los diálogos se alza con un punto fuerte porque muestra diferentes sentimientos en ellos y es algo que, a mi parecer, no es nada fácil de hacer, ya que empatizar con lo que dicen los personajes puede ser algo ridículo e imposible, pero Pitcher no duda en hacerlo y, sobretodo, conseguirlo. Al igual que lo hace con los paisajes que dibuja que, aunque no se le dan demasiada importancia, podemos situarnos con facilidad y sentirnos ahí como si fuéramos habitantes o la misma protagonista, en su piel, mientras vamos conociendo toda la trama y todos los secretos con facilidad.

      Para nada esperaba que esta novela me fuera a gustar tanto ya que no esperaba que fuera a tomar los tiros por donde lo han hecho, así que ha sido una gran sorpresa que, sin duda, he logrado disfrutar; podría llegar a decir que Nubes de kétchup se ha alzado en una de mis mejores lecturas de este año e, incluso, de todo lo que he leído. Con todo lo positivo que me he encontrado, como la protagonista, la manera de narrar, la trama, su originalidad, entre muchas otras cosas, es imposible no caer rendido ante tal obra maestra que me ha cautivado de inicio a fin. No podría sacarle nada malo ya que le he cogido cariño y ha sido una lectura maravillosa, pero aun así… ¿por qué no hay más?

      Nubes de kétchup es un cúmulo de emociones, sensaciones y, sobretodo, sorpresas: un argumento inesperado, perfectamente trabajado y pulido, diferente y romántico, que cautiva de inicio a fin, con unos personajes perfilados totalmente, fáciles de congeniar, descritos por una voz narradora madura, fuerte, directa, sencilla, dulce y única, que nos sumerge en un escenario conocido y que resulta acogedor. Sin duda, con problemas familiares, discapacidades, acoso, peleas entre hermanos, entre más cosas, esta novela tiene una fuerza interna que poco a poco sale y que consigue alzarse en un buen puesto y, sobretodo, resultar mágica, insuperable y especial.

“Mágica y sorprendente resulta Nubes de kétchup, una novela que con tres protagonistas totalmente diferentes y trabajados, un asesinato de por medio, una historia de amor formada y unas cartas con las que conoceremos toda la verdad, se alza como una lectura obligatoria. Reflexiones y sentimientos que Pitcher deja ver y, sobretodo, hacernos sentir, harán de esta novela una maravilla”.